viernes, 2 de enero de 2009

11 S. CARTA AL PRESIDENTE

Excmo. Sr. Presidente del Gobierno.
Palacio de la Moncloa.
Madrid.


Estimado Sr.,

Teniendo en cuenta los acontecimientos ocurridos recientemente en los Estados Unidos, creo estar en mi deber de decirlo, como español, que no debe dejar pasar esta oportunidad para, al igual que el Sr. Bush, declarar la guerra al terrorismo que desangra a nuestro país desde hace ya demasiado tiempo.
Ya que Estados Unidos ha pedido la ayuda de los países democráticos en su cruzada contra el terrorismo internacional, nosotros, España, deberíamos exigir el mismo nivel de compromiso con nuestro problema en Vascongadas.
¿Por qué debería España (aun habiendo perdido a nueve de sus ciudadanos en el ataque suicida al World Trade Centre de N.Y.) ofrecer su ayuda militar y logística a las fuerzas estadounidenses si nadie, incluyendo a nuestros amadísimos vecinos europeos, se ha rasgado las vestiduras durante todas estas décadas de lucha antiterrorista en España?
Es más, Francia sólo comenzó a cooperar con nosotros después de que el gobierno del Sr. Felipe González comprara al país galo el tren de alta velocidad. Bélgica incluso estuvo a punto de otorgar asilo político a miembros de e.t.a.
Por lo tanto, considero que ahora o nunca es el momento para, de una forma oficial y en una proclamación en el Congreso de los Diputados, declarar la guerra a los que siembran el terror en nuestras calles. Y usted, Sr., sí que no tiene dudas sobre quién o quiénes son.
Dicho esto, es claro que en la situación actual, ningún gobierno extranjero osaría acusarle de antidemócrata y retrógrado, puesto que, entonces, tendrían que acusar de lo mismo al Sr. Bush, cosa improbable pensado el conflicto que está a punto de estallar internacionalmente en estos momentos.
Y, si hiciese falta modificar nuestra Constitución, pues adelante. Esta carta magna necesita urgentemente ser renovada para que nos dé soporte legal en la necesaria lucha armada contra los que pisotean reiteradamente los derechos y libertades fundamentales en nombre de una inventada independencia histórica de los territorios de Vascongadas. Porque, Sr., no olvide que el derecho a la vida y a la integridad física de los ciudadanos está muy por encima de los derechos que alegan los presos y familiares de e.t.a., es decir, el estar cerca de sus familias para una improvabilísima e ilusoria rehabilitación social.
Alguien anterior a usted en el puesto que ahora ocupa, dijo una vez: - A la democracia hay que defenderla incluso desde las alcantarillas-. A esta persona, como usted ya sabrá, la historia le pasó factura; pero no fue por lo que trató de hacer con el problema vasco, que fue lo correcto en cuanto al método se refiere; sino porque eligió a los barrenderos erróneos.
Y, es más, si recordando unas declaraciones suyas, el gobierno alemán, sin que nadie en el mundo lo acusase de nazi o antidemócrata, se deshizo en el pasado de un grupo terrorista de una forma sorda pero eficaz, ¿por qué no habría el gobierno español de hacer lo mismo en orden a defender la vida.... la vida, de sus ciudadanos e instituciones?
Y, por favor, no deje que ningún miembro de la Casa Real asista a actos oficiales en los que se de apoyo a gobiernos extranjeros mientras estos estados no den apoyo absoluto e incondicional a nuestra lucha antiterrorista.

Si somos miembros de la O.T.A.N., estos estados deben de cumplir con el Acta a la que ha alegado Estados Unidos y que obliga a los miembros del Tratado del Atlántico Norte a defender a cualquier estado perteneciente a este tratado de cualquier agresión.
España es un país independiente y soberano pero, si demuestra debilidad y condescendencia en estos momentos, siempre seremos vulnerables, y, no lo olvide, cuando se muestra vulnerabilidad, siempre se paga factura como nuestro país lleva pagando factura desde que la Armada Invencible demostró no ser tan invencible como se creía; o como cuando el Sr. Fernando VII y su padre vendieron el país a Napoleón con la connivencia de Godoy; o como.......
Así, la historia le juzgará a usted y, si no se tiene el coraje de hacer lo correcto, por una vez desde el gobierno de España, seguiremos siendo un país de segunda como así nos ven en el exterior debido a que seguimos estando colonizados (Gibraltar), somos vistos solo como un destino turístico económico y exótico por la gran mayoría o como un buen lugar para hacer inversiones dado que los salarios son comparativamente muy bajos.
Del mismo modo que ahora, después de lo ocurrido en U.S.A., se nos ha suministrado información suficiente para hacer viable la identificación y detención de supuestos colaboradores de Osama Bin Laden en España a través de Interpol por parte de las agencias de seguridad norteamericanas y británicas, así podrían habernos provisto mucho antes de información acerca de e.t.a. Pero como siempre, existen dos morales y éticas diferentes, la de la O.T.A.N.(entiéndase U.S.A.), y la del resto del mundo.
Por supuesto no tiene el mismo valor la vida de un niño o de un ciudadano de a pie pisoteada por el dictador o cacique de turno, apoyado y sostenido militar y económicamente por la C.I.A. en aras de mantener a raya al comunismo o, más usual, para defender los intereses económicos de Estados Unidos; que la vida de un niño nacido y criado en Manhattan.
Con esto no quiero dar a entender que el matar a víctimas inocentes esté justificado en absoluto, pero no deje que la opinión pública española sea manipulada como lo está siendo la estadounidense y británica; ni los terroristas que han cometido ese horrendo acto de violencia carecen de razones suficientes para desear la destrucción de Norteamérica, ni Estados Unidos es el benévolo patriarca que nos quiere hacer creer ya que detrás de actos terroristas, dictaduras, genocidios, atentados contra el medio ambiente y la salud de las personas (como el caso en el que perecieron miles de venezolanos después de que las autoridades de aquel país autorizasen el vertido o enterramiento de productos químicos estadounidenses en su territorio a cambio de decenas de miles de US$ que no verán las víctimas ni sus familias), está la mano del tío Sam. ¿Hemos de creer los españoles que ocurrió lo mismo con el desastre en Doñana con Boliden?

A pesar de esto, España ha de permanecer dentro de la Alianza Atlántica por su situación de frontera natural de Europa y por la seguridad provista por el hecho incuestionable de que la O.T.A.N.(entiéndase U.S.A.), no la O.N.U., es el árbitro del mundo.
Esto hace a nuestro país un objetivo legítimo para los enemigos de la O.T.A.N., y, actualmente, ese enemigo, es nuestro vecino. Es más, ese enemigo, como ya le sucediese a Roma, ha traspasado nuestras fronteras en pateras, se ha instalado en nuestro barrio y ha contraído matrimonio con nuestro vecino.
Pero, este “pobre” inmigrante, al contrario que el emigrante español de los años de la diáspora hacia Europa; no se adapta, no trabaja tan duro como el natural español, está ocupando puestos de trabajo que podría estar ocupando un ciudadano local o europeo (construcción, hostelería, agricultura,...), no compra en nuestros comercios, no genera riqueza, no contribuye a la hacienda nacional porque no paga impuestos al ser ilegal, está desplazando de sus viviendas a los vecinos de siempre (pásese por Crevillente Sr., o por El Ejido), no respeta nuestras leyes, no respeta nuestras costumbres, no respeta a nuestras mujeres, comete fechorías (en muchos casos para poder permanecer en suelo español gracias a una legislación estúpida que ordena mantener sin extraditar a cualquiera acusado de haber cometido un delito en territorio nacional, aunque sea obvio que se cometió con este fin), y, como se ha demostrado recentísimamente, incluso actúa libremente en territorio español sin que ninguna autoridad le impida perpetrar un complot para desestabilizar al mundo entero. En muchos casos ha conseguido la ciudadanía romana (pasaporte español), gracias a una política de vigilancia relajada (matrimonios de conveniencia).
Esto significa que, al igual que Roma, Europa está siendo invadida por hordas de bárbaros que terminarán desintegrándola. Son la “quinta columna” que minará desde dentro la estabilidad del sistema. Y ya estamos empezando a contemplarlo, desde el 11 de septiembre.
Los emigrantes españoles que salían destino a Alemania, por ejemplo, cruzaban la frontera con un contrato bajo el brazo. Cuando llegaban a su destino eran sometidos a exámenes médicos para prevenir epidemias, y, en algunos casos, eran casi confinados en sus lugares de trabajo. Y, sin embargo, nuestros emigrantes, tan necesitados de nuevas oportunidades y nuevas vidas como éstos que vienen ahora a Europa, trabajaban duro y, aún siendo discriminados en país extranjero, respetaban las reglas y se adaptaban al país en cuestión. ¿Qué tienen estos emigrantes venidos ahora desde el continente africano que los hace mejores que aquéllos españoles para que no se les exijan las mismas responsabilidades y obligaciones, los mismos requisitos para ser alojados en nuestra casa, para convivir con nuestros niños?
Debemos aprender del ejemplo británico. Si caminamos por las calles de la capital del Reino Unido podremos rápidamente darnos cuenta de una cosa muy importante, el típico londinense es difícil de ver. Han sido reemplazados por hindúes, pakistaníes, negros jamaicanos, negros africanos, magrebíes, árabes, chinos, japoneses, brasileños, portugueses, lituanos, españoles, ...etc.
Los londinenses han sido desplazados progresivamente hacia el extrarradio: Essex, Richmond, Hampstead,...
Estos inmigrantes, venidos como hemos dicho de todas partes del mundo, ¿han creado riqueza para el Reino Unido?
Definitivamente hemos de responder un no rotundo en el caso de jamaicanos, africanos y magrebíes. Sí crearon riqueza en cambio los mercaderes y banqueros venidos de Italia en el siglo catorce. Sí que la crearon los hugonotes huídos desde Francia. Sí que la crearon los judíos.
Un tanto por ciento muy alto de esta población se dedica principalmente a las tareas de conseguir asilo político (un concepto muy devaluado últimamente gracias a casos como el que se dio el año pasado cuando fue arrestado un asilado político que resultó ser un criminal de guerra, un genocida de la guerra en Ruanda - Zaire), conseguir todos los beneficios posibles del gobierno y ayuntamientos locales (subsidio por desempleo, casa e impuestos locales gratuitos,... etc, mientras el resto de los ciudadanos británicos y no británicos paga sus impuestos y no consigue nada a cambio), y cometer actos delictivos violentos los cuales hacen las calles de Londres mucho más inseguras que las del resto del país.
La tasa de natalidad de este sector de la población es mucho más alta que la del resto, y esto hace empeorar la situación ya que existen más ciudadanos en las calles que, por cultura y educación, no respeta las costumbres, ni la ley establecida.
Como conclusión, Sr., ya que usted ocupa el cargo más alto del Poder Ejecutivo, desde la posición de ciudadano bajo su tutela, le insto a que tome las medidas oportunas, aprovechando los acontecimientos internacionales que están a punto de desencadenarse, para:
- Hacer una declaración de Guerra a los miembros de la banda terrorista e.t.a. y a todos aquellos ciudadanos u organizaciones (políticas, sociales o empresariales) que le den apoyo de cualquier tipo, al igual que el Sr. Bush ha hecho por su parte.
- Fortalecer sin excusas al C.N.I. y restaurar el honor por los servicios hechos a España por parte de personas denostadas y servirse de su experiencia.
- Exigir el cumplimiento del Acta del Tratado del Atlántico Norte que obliga a todos los países miembros a prestar ayuda y a defender a cualquier miembro de la Alianza de cualquier agresión (incluídas agresiones por grupos terroristas o disidentes)
- Cerrar las fronteras, impermeablemente, contra aquellos que quieren destruir nuestra sociedad, contra aquellos que vienen de fuera con la idea errónea de que lo van a conseguir todo sin pagar un precio a cambio, es decir, respetar nuestras leyes y nuestra forma de vida. Porque no somos nosotros, los españoles, los que tenemos que adaptarnos, sino ellos.